Desigualdad económica en México

Desigualdad en México: explicada a través de la brecha en ingresos, consumo y endeudamiento

  • abril 29, 2023
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La primera Encuesta Nacional sobre las Finanzas de los Hogares (ENFIH) publicada por el INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) en 2021 causó mucho eco. Esta reveló que 56.9% de los hogares en México tienen algún tipo de deuda.

El monto total de la deuda en México es de 1.6 billones de pesos, una cifra que muchos consideran baja en relación con la cantidad de habitantes y a la vez un perfecto retrato de la economía mexicana.

La exclusión financiera y la desigualdad social en México se expresan en casi todos los ámbitos, incluyendo esta encuesta sobre la deuda en hogares en México.

Un análisis sin contexto de esta encuesta lleva a un panorama distorsionado sobre el estado de las finanzas de los mexicanos más pobres.

Así deben los mexicanos

Según dicha encuesta, las deudas de los hogares en México se dividen de la siguiente forma:

En la categoría de “otros” entran el financiamiento proveniente de créditos educativos, préstamos de familiares o amigos, préstamos prendarios, prestamistas, crédito en una caja de ahorro, agiotistas, créditos comunales o solidarios y similares.

Las deudas en sí mismas no son ni buenas ni malas, sino que dependen del uso que se le dé a dicho financiamiento.

En México, la deuda hipotecaria promedio tiene un valor de 317 mil pesos, es mayoritariamente para vivienda principal y tiene una relación del 50% del valor de la misma. Esta representa 17% del valor del ingreso corriente efectivo mensual.

Por otro lado, la deuda no hipotecaria promedio alcanza los 38.5 mil pesos. Esta representa 15% del valor del ingreso corriente efectivo mensual.

En el apartado de la deuda no hipotecaria se encuentran los siguientes rubros:

  • Tarjeta de crédito: 15.7 mil pesos de deuda promedio

  • Crédito nómina o personal: 37.2 mil pesos de deuda promedio

  • Créditos para vehículos: 109.9 mil pesos de deuda promedio

  • Otros: 26.4 mil pesos de deuda promedio

Esta encuesta del INEGI es la primera en su tipo en México, por lo que se espera que una próxima edición provea más datos sobre deuda familiar que ayuden a contrastar los presentados anteriormente.

Y si bien resulta ser información muy útil, al analizar estos datos, especialmente los promedios, se requiere tener en cuenta una gran verdad: México es uno de los países más desiguales del mundo.

La desigualdad económica en México afecta los promedios

La propia ENFIH realizada por el INEGI admite que las cifras de deuda se tomaron principalmente de zonas clase media alta y alta.

Metodología de la ENFIH

Tristemente, se estima que 43.9% de los mexicanos vive en algún tipo de pobreza.

Pero la cifra puede ser más desalentadora según a quien se le pregunte, pues según Araceli Damián, doctora en políticas públicas, la pobreza puede ser superior al 73% si se utilizan otros indicadores.

El 10% de los mexicanos concentra el 79% de la riqueza del país.

El ingreso promedio en México es de 7 mil 380 pesos, pero más de la mitad de los trabajadores tiene ingresos de 3 mil 690 pesos. Solamente 6% de los trabajadores en un trabajo formal gana más de 15 mil pesos al mes.

El problema con estos datos es que 55.8% de los trabajadores está en la informalidad, donde es más difícil obtener cifras fiables.

La estimación de ingresos del 1% de los hogares más ricos es superior $1,400,000 pesos.

Todo esto según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del INEGI, el Reporte Mundial de la Desigualdad 2022 y un estudio independiente realizado por el diario El País.

Información sesgada sobre los ingresos y deudas de los más pobres

La representación inadecuada de las comunidades más pobres, que son cerca de la mitad de los mexicanos, hace ver que el nivel de deuda podría ser mayor al mencionado.

No hay que olvidar que el consumo y endeudamiento están ligados a los ingresos.

Sectores económicos como comercio al por menor y por mayor, construcción, agropecuario, transporte y similares, tienen una engañosa medición de los ingresos.

En zonas pobres y rurales, además de bajos, los ingresos suelen ser irregulares. Muchas veces incluso no hay bancos de por medio, lo que implica que todas las transacciones se hacen en efectivo.

Así que recabar cifras que reflejen la realidad es una labor compleja. Esto introduce otra variable sobre la deuda personal en México: la baja tasa de bancarización.

Exclusión financiera afecta el acceso a financiamiento

Según información de la Asociación de Bancos de México (ABM) el 53% de los mexicanos no tiene una cuenta bancaria.

Según cifras de la misma asociación, solo 3 de cada 10 mexicanos tienen acceso a financiamiento.

El potencial sesgo sobre el informe de las personas con deudas en México reafirma el pensamiento de que los sectores rurales y comunidades de clase baja tienen formas de financiamiento menos comunes, como el préstamo familiar, los préstamos prendarios y los prestamistas.

Además de ser más difícil de rastrear, pueden poner al consumidor en una zona de desprotección.

Por ejemplo, es bien sabido de prestamistas que abusan de las tasas de interés y también que hay casas de empeño que aplican cláusulas abusivas en comunidades lejos del alcance de la ley.

La falta de inclusión financiera también afecta el acceso a seguros, productos de ahorro formal, productos de inversión y, lo que es más grave, dificulta la construcción del historial crediticio.

El historial crediticio es esencial para acceder a financiamiento con tasas de interés más baratas en el largo plazo.

Lamentablemente, en México la inclusión financiera es una tarea con mucho por hacer.

Los pobres no se endeudan más porque no tienen quien les preste

Según cifras del INEGI, el 20% de los hogares más pobres tiene una riqueza mediana de 6 mil pesos, esta métrica se obtiene al restar los activos de riqueza menos los pasivos u obligaciones de deuda.

Pero la riqueza neta promedio está en una cifra negativa, - 4 mil pesos.

La desigualdad en oportunidades y en el acceso a financiamiento deja en un peligroso balance negativo a las familias de bajos recursos, las cuales se endeudan para cubrir gastos comunes.

Esta mancuerna formada por bajos ingresos y exclusión financiera (del sector bancario tradicional) pone a las comunidades más pobres en una zona de vulnerabilidad.

Para ellas, es común acumular deuda muy por encima de sus ingresos en términos porcentuales y pagando altos intereses.

Todo eso para sobrevivir, ni siquiera para tomar decisiones financieras que eleven su nivel de vida.

De tener acceso a financiamiento, muchas familias estarían más endeudadas. Aunque con tan bajos ingresos, fácilmente alcanzarían el sobreendeudamiento.

A una escala tan baja, el impacto de las deudas se magnifica, pues para muchas familias es imposible hacer recortes; en el mejor de los casos, solo cubren sus gastos más básicos.

CONDUSEF sugiere evitar que las cuotas de deudas sobrepasen el 30% de los ingresos mensuales.

No obstante, en las familias con una economía más vulnerable, 30% podría ser un límite muy alto.

Para los bancos, ofrecer financiamiento a personas con alto riesgo de impago no es un buen negocio, incluso si puede cobrar tasas de interés mayores. Así que el predicamento es real.

México tiene alrededor del 16% de ratio deuda - PIB, la tasa más alta de la región después de Chile, Brasil y Colombia, pero una cifra que muchos consideran baja para el tamaño de la economía y de la población.

El bajo nivel de inclusión financiera explica en parte este bajo ratio.

Simplemente, hay muchas familias con ingresos bajos e inestables que no tienen a quien pedir o son rechazados por el sistema financiero tradicional.

La mayoría de los mexicanos dice no tener deudas, pero otras estadísticas lo desmienten

Volviendo a la ENFIH antes citada, revisemos los datos sobre la percepción de endeudamiento de los mexicanos:

Sin embargo, esta información contrasta significativamente con el dato dado al inicio del artículo: 56.9% de los hogares en México tienen algún tipo de deuda.

Lo que sí es cierto es que menos de la mitad de los mexicanos tienen finanzas suficientemente estables para disfrutar de financiamiento en la banca.

Cerca del 50% de los mexicanos acude a amigos y familiares, prestamistas o casas de empeño para conseguir dinero.

La mayoría de las veces ese dinero se destina a gastos corrientes. También es común endeudarse para pagar deudas. La desigualdad en México tiene, sobre todo, tintes financieros.

Los datos más recientes del Índice de Morosidad (Imor) son de 2.91%, muy cerca del 2.7% de los mexicanos que dicen tener un endeudamiento excesivo.

El endeudamiento de los hogares en México no es un problema serio para la economía, pero es probable que debido a la falta de inclusión financiera y a dificultades en la educación financiera no coincidan los números de hogares deudores con las cifras de la percepción de endeudamiento.

A los mexicanos en general les alcanza para lo básico

Con respecto al rendimiento que tiene el dinero, los datos se dividen de la siguiente forma:

  • 66,5% dice que solo les alcanza para lo necesario

  • 20,7% dice que no alcanza ni para lo básico

  • 12,8% que le queda algo de dinero para ahorrar

Teniendo en cuenta que las comunidades de clase baja parecen no estar debidamente representadas en el ENFIH, las cifras reales podrías ser significativamente diferentes.

Las estimaciones más recientes ubican a la canasta básica en 1,644 pesos mensuales por persona (hasta 2,144 en zonas urbanas)

Considerando que el ingreso promedio es de 7 mil 380 pesos, pero más de la mitad de los trabajadores tiene ingresos de 3 mil 690 pesos, parece que estas estadísticas sí se acercan a la realidad considerando el nivel de pobreza.

Las cifras de ahorro en México han mejorado en los últimos años. Sin embargo, aún existen apenas más de 800.000 cuentas de ahorro.

Se estima que más del 20% de las personas tiene métodos de ahorro informal y que el 56% de los mexicanos tiene una cuenta para el retiro.

Desigualdad económica en México: un asunto que afecta a todos

La desigualdad en México es un asunto que debería preocuparnos a todos desde un punto de vista humano.

Pero incluso dejando de lado ese elemento, el desarrollo y la inclusión financiera en México son conveniente por impacto positivo en la economía, pues habrá mayor dinamismo debido al aumento en el consumo.

Entre los mercados emergentes, México comparte con Indonesia el último lugar en el rubro de endeudamiento en hogares, con 16%.

Sin embargo, este nivel de endeudamiento no se reparte de forma equitativa entre todos los estratos sociales, ya que los mexicanos más pobres tienen poco o nulo acceso a al financiamiento convencional.

Dado a la cantidad de habitantes, México podría tener una mayor relación de deuda en hogares - PIB y aun así considerarse un país en desarrollo sin grandes problemas económicos.

Para ello, combatir la pobreza y alentar la inclusión financiera son los elementos más importantes de un plan a largo plazo, el cual debería incluir un mayor estudio de las comunidades de clase baja, que son alrededor de la mitad de los mexicanos.

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Fuentes:

Ocho años redactando, dos de ellos especializado en finanzas. Leyendo y estudiando, descubrí que no ahorraba no porque fuera pobre, sino que era pobre porque no ahorraba. Hoy me dedico la educación financiera para ayudar a otros a ahorrar e invertir y así conseguir sus metas, haciendo énfasis en que la libertad financiera tiene más que ver con los conocimientos que se aplican día a día que con los ingresos.

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